«Dominó, el juego que simboliza la manera como se movieron las fuerzas sociales en la década de los sesenta. Once jugadas, suficientes para agotar el juego: de un lado, las de la contracultura, de otro, las del estado opresor. La primera jugada: el derrumbe del sueño americano...». La voz de Federico se oía con tanta claridad y en un tono tan dramático que Gabriella se atemorizó. En seguida, y durante los treinta y cinco minutos que duró la grabación, Gabriella escuchó todas las reflexiones que Federico había reunido en torno a los años sesenta. Las imágenes de documentales tan famosos como Monterrey Pop, The Black Panthers, El pueblo se levanta, Vietnam Experience, Odisea Acuario, se entrelazaban para producir una narrativa visual sorprendente, mientras en el ambiente sonoro fluían, unos tras otros, temas musicales de la época: hard it trough the grapvine de Marvin Gaye, gimme shkelter de los Rolling Stones, wild thing de Jimy Hendrix, summertime de Janis Joplin, freedom de Richie Havenns. Los comentarios de Federico complementaban las imágenes y las canciones con la reflexión. La combinación de las tres narrativas, producía el efecto de una perfecta crónica de los años sesenta. Gabriella vio pasar las imágenes de las primeras revueltas raciales y estudiantiles en los Estados Unidos, los rostros de los líderes de la Panteras Negras, los signos y contraseñas de la juventud de entonces, a un Jimy Hendrix extático, montado sobre su guitarra eléctrica, los hippies en sus comunas, el fenómeno del consumo de droga en todas sus manifestaciones, las amargas experiencias de los soldados norteamericanos en Vietnam, la extensión de las protestas en el mundo, el mayo parisino, la marcha sobre el pentágono, las idílicas imágenes de Woodstock y finalmente las denuncias de una represión generalizada:

«El trino ha muerto, el sueño americano se derrumba —anunció la voz pausada de Federico y continuó—: habían pasado muchas cosas; en 1960 los estudiantes negros de Greensboro, Carolina del Norte, ocuparon las aulas para protestar contra la segregación; siguieron manifestaciones en otros lugares del Sur, y los estudiantes blancos de izquierdas organizaron el movimiento SDS: Estudiantes para una Sociedad Democrática. La SDS, a partir de 1962 y con la declaración de Port Huron tomó el relevo de la New Left, aglutinando a su alrededor un conjunto cada vez más heterogéneo que sólo poseía unidad en su objetivo: el rechazo al American Way Life. En 1963 son expulsados de Harvard los profesores de Psicología Timothy Leary y Richard Alpert por realizar experiencias con LSD; comienza el movimiento psicodélico, elemento decisivo en la formación de la contracultura. Es el año del asesinato de Kenedy, primera gran fisura de la fachada americana ante la opinión mundial. En 1964, el primer enfrentamiento grave en la universidad: en Berkeley, estalla el Free Speech Movement dirigido por Mario Savio».

«Todo se ve ahora de otro color —continuó la voz de Federico, tras una corta interrupción en la que ocurrió un cambio en las imágenes del vídeo—, el negativo de la imágenes se impone, hay que acomodar los anteojos para ver toda la realidad. En 1965 asesinan al dirigente radical negro Malcom X: se mueven las primeras fichas del dominó. Las protestas se extienden al sur (Selma y Montgomery) y sobre Washington D.C., la represión no se  deja esperar».

 


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